El tiovivo galáctico

Representación de la ola que recorre nuestra galaxia, la Vía Láctea – pulsa para leer más

Algunas estrellas quedan por encima del plano galáctico y otras por debajo, debido a una ola cuya causa explicaremos en esta entrada. Créditos: ESA/Gaia/DPAC, S. Payne-Wardenaar, E. Poggio et al (2025)

Todo se mueve. Desde nuestros pulmones a los componentes de la Vía Láctea y, además, toda ella. Las observaciones de la sonda espacial Gaia han descubierto que nuestra galaxia es atravesada por una lenta ola, fruto de una colisión con otra galaxia enana en el pasado remoto, quizá. Acompáñame en esta entrada a indagar en este descubrimiento y sus implicaciones a nivel filosófico, donde veremos que incluso las grandes estructuras del universo están sujetas a un mayor caos del que pensaba. Es como si tú, yo y también el propio espacio-tiempo fuéramos siempre presa de alteraciones adaptadas a la escala de cada uno.

Introducción

Hace unas semanas disfruté de una noche de observación astronómica con unos compañeros de la agrupación de la ciudad. Una de las cosas que más llamaron la atención a mis desentrenados, desacostumbrados ojos fue la fuerte sensación de pertenecer a un todo móvil, como un engranaje de varias capas, al poder discernir el camino blanquecino de la Vía Láctea en el cielo. Cuando ves ese fulgor claro en forma de banda atravesando el cielo, te queda claro que estás observando un brazo vecino de nuestra galaxia espiral, y a poco que te esfuerces, sientes la escala y la diminuta parcela que ocupamos en el baile concéntrico.

Conforme pasaba la noche, las estrellas avanzaban en su periplo; algunas recorrían un cuarto de cielo, pasaban de ocupar el cénit a descender a alturas más humildes, con el ego ya saciado. Después de que Saturno fuera del este al sur, salió Júpiter en procesión. Aunque sean bolas gigantes de gas, sentí ternura viéndolas danzar en el plano de la eclíptica, igual que nosotros: nadie del vecindario inmediato escapa del hoyo espacio-temporal que genera nuestro inmenso Sol.

Muchas veces he pensado en los movimientos de los astros, en las órbitas, en rotaciones y traslaciones, pero no fue hasta hace poco que me zambullí en unas lecturas interesantes que empecé a entender el nivel al que todo danza, alterado por todo lo demás, a escalas inimaginables. Leí que, hacia 2019, se descubrieron isótopos de hierro-60 en el hielo puro de la Antártida, que ya por 1999 se empezaron a detectar en el fondo de los océanos, y que son fruto de supernovas en el vecindario galáctico en tiempos en los que el hombre no era moderno, y quizá ni hombre. Aprendí que el sistema solar entró en la Burbuja Local y —dentro de ella— en la Nube Local, que son como «agujeros» o zonas poco densas de gas y medio interestelar remanentes de explosiones estelares en el pasado remoto que dejaron un claro en el bosque. Las supernovas son cataclismos que liberan gran cantidad de energía y elementos pesados que no se pueden formar fácilmente de otra manera, de ahí la «ducha» de hierro-60 que continúa hoy día, y presumiblemente seguirá haciéndolo hasta que abandonemos estas «bolsas» de medio interestelar.

La burbuja local – pulsa para leer más

Modelo 3D de la burbuja local creado por C. Zucker et al. / Nature

Según leía, me asaltaron dudas.

¿Cómo es que el sistema solar está atravesando esta burbuja y esta nube? ¿Cómo es que un día entró en ellas y en el futuro va a salir? ¿Eso implica que giramos alrededor de la galaxia más rápido que dicha burbuja y dicha nube?

A ver, esta burbuja no deja de ser el reflejo de una explosión, con lo que la estamos atravesando, principalmente, porque el área del cataclismo nos engulló según se expandía. Pero también se mueve con la galaxia. Claro, yo pensaba que todo estaba anclado al centro galáctico y giraba en torno a él de una forma más o menos simple, pero pronto entendí que hay más bien un flujo turbulento de muchísimos cuerpos y regiones de diferentes densidades que, si bien están acopladas gravitacionalmente al centro, no todas lo están con la misma intensidad. En otras palabras, nuestra galaxia la Vía Láctea es como un río gigante con una dirección general clara, pero sus componentes y todo lo que arrastra presentan un cierto caos. Aunque una piedrecita, la hoja caída de un árbol y una burbuja de gas vayan río abajo en líneas generales, pueden adelantarse, golpearse, influirse.

El hallazgo de Gaia

Aquí entra el descubrimiento de la sonda espacial Gaia de la ESA (Agencia Espacial Europea), que elevó mi sensación de la relatividad del movimiento en la galaxia al máximo exponente. A nivel local tenemos a nuestro sistema solar atravesando el hueco que dejaron unas supernovas, pero es que a mayor escala vemos que toda la Vía Láctea está inclinada y que su plano oscila lentamente como una peonza, con una mitad más «elevada» que la otra durante el giro. Y ahí no acaba la cosa: a partir de los exhaustivos cálculos de Gaia de la posición angular de muchísimas estrellas —que permitirán determinar su paralaje y distancia—, sabemos que una ola cósmica recorre nuestra galaxia.

La ola cósmica en detalle – pulsa para leer más

A la izquierda en la imagen de arriba tenemos una vista de nuestra galaxia desde arriba (cenital) con la posición de nuestro Sol en el punto negro. El color rojo indica estrellas por encima del plano galáctico, en la cresta de la ola, y las zonas azules indican estrellas por debajo del plano, «hundidas». La ola se genera desde las regiones del núcleo galáctico y se desplaza hacia el exterior.

Método de paralaje – pulsa para leer más

El método del paralaje mide cómo cambia la posición aparente de una estrella cercana cuando se observa desde la Tierra en lados opuestos de su órbita alrededor del Sol. Ese pequeño desplazamiento angular permite deducir su distancia: cuanto menor es el cambio, más lejos está la estrella. A partir de las distancias a estrellas cercanas, se puede conocer su brillo real y usarlo para estimar las distancias de otras más lejanas, construyendo así la base de la escala de distancias cósmicas.

¿Qué originó esta ola? ¿Qué hace que, en la Vía Láctea, algunas estrellas vayan quedando por encima del plano galáctico y otras por debajo poco a poco, como hinchas sincronizados en un estadio, unos levantándose al tiempo que otros se sientan para formar esa ilusión óptica de onda que recorre las gradas? Falta mucho por investigar, pero de momento algunos científicos apuntan a una posible «colisión» de nuestra galaxia con una galaxia enana o pequeña. Recordemos que las distancias entre estrellas son inconmensurables, así que no podemos imaginar choques entre sólidos sino más bien algo así como dos nubes fusionándose y alterando la forma resultante.

El vínculo, la reconciliación con la escala de lo humano

No puedo sino pensar en nuestra galaxia como una región del espacio indefensa, a merced de colisiones, cataclismos mayores o grandes atractores, todo lo inmensa que es. Una galaxia que se formó allá donde la esquiva materia oscura propuso, y que tendrá un fin cuando el sogatira cósmico decida romperla o sus estrellas se apaguen. Es como un ser desamparado y lleno de vida a la vez, vibrando, respondiendo a estímulos externos y presa del baile, de este eterno e inmenso baile del que todos somos parte, coreografiado por las leyes de la física.

Uno de los objetivos de escribir este blog es reconciliar las escalas de lo inmenso y aparentemente muy inerte y la nuestra. Expando mis pulmones, vencen el estado de reposo para mantenerme con vida, oxigenándome, igual que el Sol fusiona hidrógeno en helio para vencer a su propia gravedad que lo haría colapsar. Me muevo por esta realidad y veo a tantos otros desplazándose. Miro a los planetas, también se mueven, agrupados. Las estrellas también se mueven en el tiovivo de la galaxia y las galaxias se acercan y alejan, se agrupan en filamentos, murallas.

Nada está quieto, todo es vulnerable.

Cielos claros y hasta la próxima, amigos.

MANUEL R. GUTIÉRREZ

Fuentes

https://www.esa.int/Science_Exploration/Space_Science/Gaia/Gaia_discovers_our_galaxy_s_great_wave

https://www.theatlantic.com/science/archive/2019/08/antarctica-interstellar-dust-supernova/596611

https://es.wikipedia.org/wiki/Burbuja_Local

https://es.wikipedia.org/wiki/Gaia_(sonda_espacial)

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